El extranjero

De izquierda a derecha: Chucky de "Child's Play", la Malvada Bruja del Oeste de "The Wizard of Oz", el Tiranosaurio Rex de "Jurassic Park", King Kong de "King Kong", el Rancor de "Star Wars", Megatron de "Transformers", la Mujer de 50 Pies de "Attack of the 50 Foot Woman", Mr. Stay Puft de "Ghostbusters", los Tripods de "War of the Worlds", Godzilla de "Gojira" y el monstruo de "Cloverfield".

Hay algunas omisiones importantes, sé que no se pretende incluir cada monstruo en la historia del cine pero pudieron haber agregado a los aliens o depredadores.

También hay algunas inconsistencias. El Tiranosaurio Rex aparece en diversas películas con variaciones en su tamaño, aunque en el caso de "Toy Story" puedo entenderlo.

A la industria del cine le encanta mezclar universos: Freddy vs Jason, Aliens vs Predators y ya alguna vez pusieron a pelear a King Kong contra Godzilla, afortunadamente no se basaron en esta gráfica.

Lo encontré aquí.

Fuente: UBS, Marzo de 2009. La relación se obtuvo con base a la ganacia promedio de 14 profesiones.

Nairobi es la capital de Kenia. Cuenta con 3,138,369 habitantes en una superficie de 684 km².

Jakarta es la capital de Indonesia, situada en la isla de Java. En una superficie de 650 km² se concentra una población de 8,489,910 personas.

La Ciudad de México es la capital de los Estados Unidos Mexicanos. Cuenta con 8,851,080 de habitantes en una superficie de 1,400 km².

La gráfica no es la más actualizada pero supongo que la relación se mantiene. Dudo que en dos años México haya hecho algo significativo para cambiar su posición en la tabla. Aunque nunca se sabe, sé nada o casi nada de Nairobi y Jakarta. Quiero pensar que para kenianos e indonesios hoy es un poco más sencillo comprar una hamburguesa.

La ladrona de libros por Markus Zusak

Mi calificación: 5 de 5 estrellas


Sin importar si es musical, pictórica, cinematográfica o literaria (entre otros medios de expresión artística), no es fácil que una obra consiga lo que "La ladrona de libros" de Markus Zusak.


Liesel es una niña alemana entregada en adopción a una peculiar pareja. Su infancia, su percepción de la vida y su micromundo serán el eje para historias que se desarrollan en un escenario mayor, al menos en dimensión.

El espíritu humano se encuentra presente a lo largo de la novela, esto en buena medida es tangible gracias a que el autor cuenta la historia desde fuera, es narrada por un ente que no calificaría como humano: la muerte, aunque en distintas ocasiones realiza comentarios y muestra emociones que pudieran considerarse propias de nuestra especie. Continúo debatiéndome si este peculiar ángulo brinda cierta objetividad a la historia o, por el contrario, consigue la empatía del lector (al menos en el caso de este lector así fue). ¿Contradictorio? Lo es, igual que otras situaciones aquí tratadas.

Los personajes son en verdad interesantes, no sólo la encantadora e inocente protagonista, sino el mundo que la rodea en general. Se desarrollan historias entrañables, especialmente con su padre Hans y Rudy, su mejor amigo y cómplice. Me gustaría apuntar a varias situaciones conmovedoras pero no me atrevería a arruinar su experiencia.

En el libro se abordan conceptos tan poderosos como la inocencia, la amistad, el amor (de un padre, una madre, un hermano, un amigo o un desconocido), el perdón, la compasión, la dignidad, la imaginación y el poder de las palabras que, para bien o para mal, se transforman en ideas, (se pone de manifiesto tanto en la figura de Adolf Hitler como en la de la pequeña ladrona de libros).

El libro me provocó reflexionar sobre distintas etapas de la vida, sobre situaciones de ayer, hoy y, sin temor a equivocarme, de mañana. Encontré la lectura en verdad placentera, la narrativa es ligera, fresca y tiene gran contenido, sin duda consigue remover algunos conceptos e ideas. Ampliamente recomendable, es tan bueno que ahora que escribo mis impresiones inmediatas ya anticipo una segunda lectura.

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