Crecí entre libros. Las historietas fueron parte importante de mi formación. Despertaron la afición por la lectura y provocaron que mi mente divagara buena parte del tiempo en mundos fantásticos, característica que aún conservo.

En el colegio solía privarme de comer a la hora del recreo para usar el dinero destinado al almuerzo en el comic de Batman. Cuando mi madre preguntaba por lo que había comido respondía religiosamente: un sandwich, una dona y un Boing. Eso nos dejaba tranquilos a los dos.

Siempre me sentí atraído hacia el oscuro personaje (me refiero a Batman, no a mi madre). Mientras los compañeros soñaban con volar yo imaginaba contemplar la ciudad desde el edificio más alto. Por supuesto que pensé en aprender artes marciales y hacerme de equipo propio de las películas de ciencia ficción para que me sirviera en mi guerra contra el crimen. Qué duro sería crecer.



Mis gustos se fueron diversificando pero la predilección por personajes oscuros no cambió. Comencé a leer Daredevil y Punisher. Imitando al primo Samuel tapicé las paredes de la habitación con comics. Samuel era un gigante de gran talento para dibujar. Años después me regalaría su colección de comics, no lo sabía pero me había convertido en coleccionista.

A las habituales lecturas de superhéroes de DC Comics y Marvel se sumaron Archie, la familia Burrón, Garfield, Mafalda, Memín, Video Risa e incluso uno que otro sensacional (Sensacional de Luchas, Libro Vaquero). Todos serían pasajeros, no así un personaje creado en 1932 por Robert E. Howard llamado Conan el Cimerio.

No me había percatado de la existencia del comic debido a que era publicado en blanco y negro. Mi mente infantil se sentía atraida por los dibujos y los colores pero eso cambiaría en cuanto lo tuve en mis manos. Me encerré en la habitación y comencé la lectura. En las primeras páginas y en una secuencia explícita Conan el Cimerio en un movimiento cortaba la mano de un hombre y, acto seguido, rebanaba su yugular. Mientras el mercenario agoniza en los dos siguientes páneles Conan despacharía a otros dos ladrones. "¿Es un comic?" pensé al mirar esa mano cercenada volando aferrada a una espada y en el cuadro contiguo el mismo hombre usando su única mano para intentar contener la sangre que brotaba del cuello mientras se le escapaba la vida. Volteaba a la puerta constantemente temiendo ser sorprendido por mi madre con esa lectura tan adecuada para un niño de 9 años. La leyenda "Para su venta a mayores de 18 años" sólo lo hacía más atractivo.



El rojo de la sangre era representado por un dramático negro al ser impreso a una tinta. En esas páginas conocí un mundo que me sedujo: cofradías de ladrones, mercenarios, hechiceros y mujeres voluptuosas vistiendo breves telas que poco dejaban a la imaginación. Descubrí un mundo salvaje y cruel diferente a los motivos heroicos de los personajes en mallas. A diferencia de otros títulos este era sobre el espíritu de supervivencia del hombre.

No tardé mucho en conocer de autores. Buscaba títulos escritos por Roy Thomas y Alan Moore. Igual sucedió con los dibujantes e incluso ponía atención en los artistas responsables de las tintas (recuerdo con especial aprecio a Ernie Chan, virtuoso para los ashurados). Años después el limitado catálogo de títulos en español me haría buscar material de importación, fue así que aprendí inglés (juegos de rol y juegos de video también ayudaron).

Por lo raro que resultaban dichos materiales importados tenía especial atención en su cuidado. Compré micas a la medida para guardarlos y conservarlos en perfecto estado. En esa etapa tuve las dos caras de la moneda en cuanto al cuidado de mis cosas. Por un lado comics clavados en la pared, perforados por la parte superior para fijarlos al muro, con las orillas dobladas y algunos deshojándose por el maltrato sufrido cada vez que decidía leerlos de nuevo. Por el otro los comics importados con mejor calidad de papel, protegidos por micas y guardados en cajas. Desarrollaba sin saberlo una neurosis que me acompañaría durante algunos años y que se extendería a otras cosas (huellas digitales en materiales impresos, guardar los discos en su celofán, etc.), afortunadamente esas manías quedaron atrás.

Perdí contacto con los comics por algún tiempo, pero a los 15 años un compañero de clase me mostró la novela gráfica que me haría regresar a ellos. "Arkaham Asylum" de Grant Morrison. Aunque fue publicada en 1989 la leería 5 años después. El arte de Dave McKean muy acorde al motivo de la novela. Trazos violentos y desequilibrados acompañan una historia en donde el tema central es la locura, pero no sólo la de los villanos, también la del mismo héroe.



"The Dark Knight Returns", "Sin City" y "300" de Frank Miller, "Watchmen", "The killing joke" y "V from Vendetta" de Alan Moore. Mi librería se diversificaba y junto con ella la temática de lectura. Años después dejé casi por completo los motivos de superhéroes a cambio del barbarismo (Conan, Kull y Solomon Kane de Robert E. Howard), muertos vivientes en la serie "The Walking Dead" de Robert Kirkman y una que otra publicación aislada como "Pride of Baghdad" de Brian K. Vaughan, novela basada en hechos reales que tuvieron lugar en abril de 2003, narra la historia de una manada de leones que escapa del zoológico de Baghdad tras un bombardeo del ejército estadounidense a la ciudad, sin embargo aborda un tema mucho más profundo, la libertad de espíritu.




Hay gran controversia en torno al medio. Desde el uso del término cómic, historieta o tira cómica; hasta sobre si debe o no ser considerado arte. Estudiosos de la materia le llaman arte secuencial, narrativa gráfica, etc. De momento no pretendo comentar en este respecto, pero sin mucho detalle es así que he vivido una de mis principales aficiones. Han tenido una gran influencia en mí y en la persona que soy. Mucho tienen que ver en mi gusto por el arte, los motivos fantásticos, la ficción, el horror, la mitología y la historia, etc. Podría escribir un tratado sobre títulos como "Conan", "The Walking Dead" y cierto material (no todo) de "Batman", "Daredevil" o "Wonder Woman" pero no les haría justicia. Espero tener oportunidad de abordar algunos con mayor detalle, pero eso es material para otra entrada.


Comments (10)

Javier López dijo...

Me encantan las bibliotecas.
Yo también crecí entre libros, y en mi caso no entre comics, pero sí entre tebeos, esas revistas infantiles-juveniles de historietas. Ahora me pregunto qué habría sido de mi vida si no hubiera conocido la lectura tan pronto, porque creo que eso lo cambia todo.
Un abrazo, amigo.

Rubrikka dijo...

Amigo Mío,
Qué rica manera de expresar tu pasión, me mantuve inmersa en tu relato de principio a fin.
Todos tenemos pasiones, y esas pasiones forman y dan forma a nuestras vidas.
Desde mi punto de vista, todo aquello que enaltece al alma, lo que la hace alcanzar límites desconocidos para el propio ser… Es arte. Al ser artistas de nuestra propia vida, vamos conociendo y forjando al genio que todos llevamos dentro.
Muchas felicidades por otro escrito extraordinario.
Un abrazo

Isela dijo...

Me quedo con "el espíritu de supervivencia del hombre" y "la libertad de espíritu"... creo que eso refleja más lo que eres. Saludos.

Lilith Lalin dijo...

=D comparto la visión de La Maquinista. Que bueno no te dio desnutrición jejeje.

En esta vida hay que tener pasión y tú tienes muchas pasiones. Ésta en particular es sumamente interesante de conocer y compartir.

Me encanta cuando nos compartes de ti. Este tipo de lecturas tuyas son sumamente amenas.

Abrazos amigo. Se te estima mucho en estos lares =)

Anónimo dijo...

_Exreanjero, mi amigo, afortunadamente cuando eras un chavito no estaba Fox de presidente, si no, él te hubiera dicho: ¿para que lees chiquillo?
Chido por esos comics mi hermano, comics que aunque eran en blanco y negro, nosotros los veíamos a colores, digitalizados y obvio, en 3D.
Yo recuerdo a Juan sin miedo , El valiente, La novela policiaca y varias más que estaban de moda por acá en chihuahua.
Saludos.

STAROSTA dijo...

Buen dia

Señor vincent, hermano, como va todo?????????

Y no sabi aque gustaba usted del mundo impreso de los comics. Yo coleccionaba cuando era niño las revistas de kaliman!!!!

Batman es el superheroe de las sagas, sin duda. (Debe ser por el traje y el escudo, tiene ago hipnotico)

Pero yo me declaro fan de Linterna verde (Sin nunguna verguenza!!!)Aunque aun no se bien el por que

Un abrazo. Nos leemos

STAROSTA
(UN PRODUCTO DE SU IMAGINACION)

Rowan dijo...

Hace mucho que no sentía el olor a tinta y celulosa sin blanquear envuelto en celofán hasta que me lo compartiste de nuevo.
Uno de los primeros tweets que compartimos se quejaba amargamente por no encontrar mi "Mad Love" de mi adorada Harley Quinn. Lejos estaba de saber lo importantes que son para ti.
Me encanta la capacidad y talento que tienes para transmitir tu pasión por la estética del comic art y de historias gráficas tan padres como "Pride of..."
Me encantó tu entrada!
Te amo Tanto!

Tu bruja

Anónimo dijo...

Mi hermano, yo me refería a que con los comics de "ayer" uno echaba a volar la imaginación, imaginación a colores, digitalizada y en 3D, logrando así una historia personalizada, diferente a la que proponia el autor, y estoy convencido de que me captaste.
Saludos.

Balam dijo...

No recuerdo quien dijo algo como: "si el escritor escribe sobre sus particularidades, está escribiendo sobre custiones universales" Aqui, como podés darte cuenta, hay un escrito que nos involucra a todos, una tematica universal, por ejemplo, a mi me gusto siempre Tintin, de Herge. También recuerdo que mi hermano compraba revistas de los chicos malos (Disney)y yo le pedia que me las leyera porque los dibujitos me gustaban.

Vincent dijo...

Javi,
Sin duda no seríamos las personas que somos hoy sin la lectura. Y eso sin mencionar el camino que nos falta por recorrer, donde con seguridad nos seguiremos transformando, creciendo.

Rubrikka,
Gracias por tus palabras tan gentiles. Es muy interesante tu concepción del arte, me parece libre, hermosa y quisiera quedarme con ella. En ocasiones tanta teoría o crítica hacen que ese goce se diluya. Me gusta lo que comentas, me libera.

Isela,
¡Uf! En verdad un privilegio que hayas tomado ese par de ideas para la persona que soy. Te agradezco mucho que me tengas en esos conceptos.

Sofía,
En cuanto a ese niño flaco no estás lejos de la realidad, algo que ahora me provoca nostalgia. Un gusto poder compartir un poco de quien soy.

3NRIQ3,
Tuve que leer dos veces tu comentario pues me confundió en un principio pero es muy cierto lo que apuntas. Sin tanta tecnología los veíamos tal como dices, es más, conseguiamos introducirnos en esos mundos sin problema alguno. Los títulos que mencionas los conozco de nombre pero he de confesar que nunca los leí, aunque eso lo podemos solucionar.

STAROSTA,
Todo marcha mejor que nunca por aquí. ¡Kaliman es muy bueno! Lo recuerdo mucho junto con Fantomas, otro comic que también era publicado por esos años. Linterna Verde es un gran superheroe. En lo personal siempre me gustó el primero (Hal Jordan), después han salido varios pero recuerdo con especial cariño a Hal.

Rowan,
Es un privilegio el poder compartir contigo esta pasión. Me tienes con una sonrisa pues mi gusto por el comic va desde eso que mencionas y pudiste percibir al abrir un comic nuevo. El aroma del material, el olor a tinta, el revisar la pasta y apreciar el arte o la narrativa, despacito o de un bocado.

Tengo muy presente a Harley y ese loco amor, en su momento tampoco pude haber imaginado lo mucho que te gusta el personaje. Y ahora el compartirlo, el compartirnos...otra de tantas cosas en las que el Universo conspira a nuestro favor.

Te amo corazón.

Tu mostro.

Balam,
¡Que buena frase! Muchas gracias por visitar y sobre todo por compartir esa anécdota.

Gracias a todos por comentar y ser parte de esto.

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