SR. EXTRANJERO (por supuesto que no venía dirigida así)

Por instrucciones del Dr. Armando Ahued, Secretario de Salud del Distrito Federal, me pongo a sus ordenes con el propósito de invitarle a que se agregue al grupo de trabajo que se ha conformado para abordar este problema de sobrepoblación canina, particularmente a los que se encuentran en la vía pública.

Le comento que se han realizado reuniones con diferentes Asociaciones protectoras de animales, quienes han emitido de una manera abierta sus opiniones y han aportado algunas ideas para darle una atención integral donde se tenga la participación conjunta y coordinada de la Sociedad, Asociaciones protectoras de animales y Autoridades del Gobierno del Distrito Federal.

Sirva este correo además de la conversación telefónica que hemos tenido el día de hoy, para reiterarle nuestra apertura de sumar esfuerzos y nuevamente señalarle que nunca ha sido una política de la Secretaría de Salud del Distrito Federal el sacrificio de los animales de compañía, por el contrario, se pronuncia en desacuerdo pero también llama a la conciencia de que tenemos que abordar este problema.

Nuevamente a nombre del Dr. Ahued le agradezco su interés y le esperamos en la reunión que se ha convocado por parte de la Diputada Maricela Contreras, Presidenta de la Comisión de Salud y Asistencia Social de la V Legislatura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

Posteriormente le comunicaré el salón y horario de la reunión.

Saludos.

Dr. Jesús Trujillo



El correo original que envié al titular de la Secretaría de Salud contiene lo expuesto en la entrada de blog Perro pobre, pobre perro. Además ofrecí participar en caso de que quisiera profundizar en las propuestas, trabajar alguna o varias de ellas de manera estructurada y con acciones concretas. Estuve 15 días sin respuesta, insistí vía telefónica 3 o 4 veces por semana hasta que recibí la llamada de vuelta del Dr. Jesús Trujillo, director de la Agencia de Protección Sanitaria de la Secretaría de Salud.

Me pregunto cuántas oportunidades tendremos de hacer una diferencia pero no nos decidimos a actuar u opinar por el canal adecuado. Cuántas veces no permanecemos contemplativos ante abusos y atropellos, ante cosas que nos indignan y con las que no estamos de acuerdo. Cuántas ocasiones en las que, parafraseando a mi amor, somos espectadores y no protagonistas de nuestro mundo.



Ya son 15 días que envié la carta al Dr Ahued, titular de la Secretaría de Salud del Distrito Federal, en relación a la problemática de perros callejeros, aunque yo la llamaría problemática de sociedad irresponsable e ignorante.

La dependencia pretende sacrificar 3,000 perros callejeros durante Mayo, efectivo remedio que durará unos meses antes de que se reproduzcan de nueva cuenta y en breve tengamos otros 3,000 perros en la calle por no atacar el problema de raíz.

Ni siquiera he tenido confirmación de recibido. Sé que lo recibieron pues he estado insistiendo vía telefónica tres veces por semana, sin embargo sigo sin respuesta alguna.

Los mantengo al tanto. Más información






Aunque muchos sabíamos de la existencia del espectáculo el faquir llega de imprevisto. La mayoría nos percatamos de su presencia al momento en que pasa frente a nosotros. De complexión delgada, pantalón negro de tela, torso desnudo y descalzo. Luce desnutrido, la piel poco hace por disimular los huesos que se adivinan casi en su totalidad. Clavículas, omóplatos, costillas, pudiera cumplir el mismo propósito que tiene un esqueleto para la clase de Anatomía.

Se asegura que todos lo miremos. Su cuerpo está lacerado, en especial el antebrazo y la espalda. Tiene huellas de heridas recientes y conserva cicatrices de antaño.

Arrogante, arroja la camisa al suelo con desprecio. El inconfundible sonido que produce al caer nos indica lo que hay dentro. Es frágil pero eso no le importa, para su número no necesita tener cuidado con los cristales. Al extender la camisa descubrimos los vidrios rotos, en gran variedad de formas, colores y grosores. Inicia lo que parece un ritual y se arrodilla frente a la camisa, las costillas delatan su respiración. De manera repentina levanta el puño y golpea justo enmedio de los cristales. Eleva su puño por segunda vez, tiene cristales incrustrados, ahora golpea con el codo y el antebrazo. En cada nuevo golpe con el antebrazo parece aumentar su coraje, lo repite cinco veces más.

No grita, no se queja. Si le produce dolor no nos lo permite saber. Busca regular su respiración, recupera la calma y lleva las dos palmas al suelo como si fuera a ejercitar, desciende una y otra vez aplastando los vidrios con su pecho. Se gira para repetir la acción, esta vez con la espalda. Entonces caigo en cuenta de la gravedad de las heridas en su antebrazo. Hay sangre fresca sobre la sangre seca. Es evidente que ha realizado el número varias veces durante el día.

Al concluir se pone en pie y camina entre nosotros buscando la aprobación de su improvisada audiencia. Veo pequeños cristales enterrados en su cuerpo. No hay aplausos. No hay admiración. Miro a los demás y descubro reacciones de desagrado. Su cercanía nos perturba. Lo despreciamos. Nos incomoda. Lo sé porque lo puedo ver en la expresion de los demás. Lo sé porque es lo que me provoca.

Resignado dobla la camisa con los vidrios dentro, la toma en sus manos y se pasea delante nuestro por última vez antes de probar su suerte con otra audiencia. Entonces corre abriéndose paso entre la gente. Se retira con prisa, apenas con el tiempo justo para entrar en el vagón contiguo antes de que lo deje el Metro.







México, D.F. 4 de Abril de 2011

La semana pasada el Secretario de Salud Armando Ahued anunció que 30,000 perros callejeros serán sacrificados en la Ciudad de México en lo que resta del año. La medida es parte de su propuesta para el Manejo de Animales de Compañía, nueva política que se presentó ante la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Agregó que surge como una “atención urgente y decidida” a la sobrepoblación canina que genera problemas de salud y contaminación.

En sus declaraciones, reconoce que estas acciones son en parte detonadas por la solicitud de algún comité vecinal. Agrega que de cada 10 perros capturados, 9 son sacrificados pues sus dueños no los reclaman.

El secretario Ahued opta por la salida fácil, por una medida que no soluciona el problema. Es bien sabido que las matanzas de perros no resuelven nada, es una medida ineficaz y anti-económica. Argentina actualmente tiene un escenario similar y algunas comunidades han optado por enfrentar el problema por medio de la esterilización. Ejemplos notables (y exitosos) de esto son la comunidad de Almirante Brown, Ciudad de Mendoza y San Isidro. El programa de esterilización se aborda con un criterio epidemológico, se ataca de forma masiva y al ser aplicado de forma correcta funciona como una gran inversión, pues resulta más económico que sacrificar al animal y disminuye los casos de zoonosis (cualquier enfermedad transmitida de animales a humanos) así como los costos de su tratamiento.

En palabras del Diario Digital de la República Argentina: "Estas acciones deben ir de la mano de un plan educativo, y de legislación que lo respalde. Porque sabemos que gobernar es educar, y son las acciones del gobernante las que son pedagógicas para toda la sociedad. Es decir, se debe abandonar el doble discurso, y transformarse en el espejo para el cambio."

Ahued, ¡pon atención! Educar, no exterminar, EDUCAR. No es coincidencia que los perros callejeros se puedan encontrar en mayor cantidad en zonas marginadas.

Hay gran cantidad de alternativas a su propuesta de exterminio como la esterilización temprana antes mencionada, implementar programas de adopción para sensibilizar y concientizar a la comunidad e incluso el uso de estos animales como perros policía o lazarillos. Y más importante aún, la educación a un pueblo con poca o nula educación, que ven en una mascota un capricho que durará unos meses, mientras el perro sea cachorro, que al poco tiempo se convertirá en una carga por la responsabilidad que lleva consigo, por no contar con los recursos suficientes para alimentarlo, para cuidarlo. Entonces optará de forma irresponsable por abandonarlo, por echarlo a la calle.

De poco o nada sirve matar 30,000 perros callejeros si la comunidad (esa misma que hace la solicitud a la Secretaria de Salud para que los perros callejeros sean sacrificados) los seguirán echando a la calle a su suerte. A que se reproduzcan de nueva cuenta y en unos meses tendrás otros 30,000 perros callejeros. Sabemos de su poco respeto a la vida, pero véanlo por el lado monetario, ¿cada cuánto estarás realizando estas matanzas? ¿cuánto gastarás en ellas?

Sacrificar no es la solución. Esterilización. Responsabilidad. Educación.

No debemos olvidar que la existencia de los perros callejeros refleja el grado de sensibilización y humanización de una sociedad. Es por eso que no me sorprende ésta situación en mi país, pero el que no me sorprenda no hace que deje de doler.



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