[21] La cama luce tan vacía sin ti. La Luna pretende cobijarme pero no consigue lo que tus manos. Como cada semana vienes a mi con la madrugada del lunes. Apenas unos minutos después de que te dejo de pensar al terminar el domingo.
[20] "Veo gente muerta" Me dijo acongojado y al borde del llanto, apoyando los codos sobre las rodillas, mi amigo el embalsamador.
[19] Era demasiada carga, agotado me detuve en el camino a descansar y esperar a que alguno de los viajeros me ayudara. Los vi pasar, igual que al día y la noche.
[18] Algunas noches escapaba de la tumba para ir a ver su nombre en la placa conmemorativa. Desde que murió era lo único que lo hacía sentir vivo.
[17] Como especie y como individuos siempre hemos sido curiosos. Es así que evolucionamos. Algo así me provocas tú.
[16] Salió al balcón para despejarse y encontrar respuestas. Para su mala fortuna las estrellas a las que consultó solo tenían preguntas.
[15] A falta de pan les dieron circo. Satisfechos los ciudadanos se distraían en el coliseo mientras el Imperio se caía a pedazos.
[14] Lágrimas falsas, silencios hipócritas. Duelo por la inocencia. ¿Qué nos sucedió en el camino?
[13] Contemplando el fondo a la orilla del río encontró dos piedras preciosas. Con ambas manos las tomó. Se incorporó para marcharse no sin antes volver la mirada al río. Se sintió aterrado al no saber lo que estaba dejando ahí.
[12] Terminada su obra miró al cielo con melancolía. Su mensaje encontraría eco en cualquier lugar, pero no en cualquier tiempo.
[11] Manejar cientos de miles de dólares de la compañía para la que laboraba era cosa fácil. Lo que no conseguía era administrar su miserable sueldo.
[10] Se aproximó a la ciudad milenaria. Desconocía que la intención de la muralla no era proteger, sino aislar a la urbe maldita.
[9] La gente murmuraba a su espalda y se preguntaba cómo podía creer en la honestidad del sentimiento de su amada. Para él era claro. A diferencia de los otros a él no le cobraba. Esta vez tenía que ser real.
[8] La estatua en el jardín era a la vez maravillosa y terrible. Como en un trance observaba al niño sonriente y sin vida. Se obsesionó a tal grado que daría todo lo que poseía a cambio de averiguar el contenido de aquel libro de piedra.
[7] Empezaste bebiendo mi sangre. Después te entregué el corazón. ¿Qué más quieres ahora?
[6] Fe de ratas.
[5] Y así sin más, después de años de estancamiento, llegó el día en que todo comenzó a fluir.
[4] Rompió con su pareja sentimental en la comida, así lo decidió para no dar explicaciones sobre el motivo de sus lágrimas. Cuando todo terminó regresó al pantano, el cocodrilo en soledad.
[3] Sucede de vez en vez. Una de ellas asoma y decide arrojarse al vacío, las otras le siguen sin cuestionar. Nosotros le llamamos lluvia.
[2] El autómata no entendía la diferencia entre un ser animado y otro de su condición. ¿Qué tanta diferencia podría hacer el alma?
[1] Empecé a desconfiar de todos y de todo cuando descubrí que nada era real.
[0] "Renovarse o morir". Fue su legado para nosotros. Nos lo dijo en su lecho de muerte. Lo perpetuaron en su epitafio.
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'Creando un hábito' by José Francisco Dávila is licensed under a Creative Commons Atribución-No comercial-No Derivadas 2.5 México License.
Based on a work at vincent-el-extranjero.blogspot.com
[20] "Veo gente muerta" Me dijo acongojado y al borde del llanto, apoyando los codos sobre las rodillas, mi amigo el embalsamador.
[19] Era demasiada carga, agotado me detuve en el camino a descansar y esperar a que alguno de los viajeros me ayudara. Los vi pasar, igual que al día y la noche.
[18] Algunas noches escapaba de la tumba para ir a ver su nombre en la placa conmemorativa. Desde que murió era lo único que lo hacía sentir vivo.
[17] Como especie y como individuos siempre hemos sido curiosos. Es así que evolucionamos. Algo así me provocas tú.
[16] Salió al balcón para despejarse y encontrar respuestas. Para su mala fortuna las estrellas a las que consultó solo tenían preguntas.
[15] A falta de pan les dieron circo. Satisfechos los ciudadanos se distraían en el coliseo mientras el Imperio se caía a pedazos.
[14] Lágrimas falsas, silencios hipócritas. Duelo por la inocencia. ¿Qué nos sucedió en el camino?
[13] Contemplando el fondo a la orilla del río encontró dos piedras preciosas. Con ambas manos las tomó. Se incorporó para marcharse no sin antes volver la mirada al río. Se sintió aterrado al no saber lo que estaba dejando ahí.
[12] Terminada su obra miró al cielo con melancolía. Su mensaje encontraría eco en cualquier lugar, pero no en cualquier tiempo.
[11] Manejar cientos de miles de dólares de la compañía para la que laboraba era cosa fácil. Lo que no conseguía era administrar su miserable sueldo.
[10] Se aproximó a la ciudad milenaria. Desconocía que la intención de la muralla no era proteger, sino aislar a la urbe maldita.
[9] La gente murmuraba a su espalda y se preguntaba cómo podía creer en la honestidad del sentimiento de su amada. Para él era claro. A diferencia de los otros a él no le cobraba. Esta vez tenía que ser real.
[8] La estatua en el jardín era a la vez maravillosa y terrible. Como en un trance observaba al niño sonriente y sin vida. Se obsesionó a tal grado que daría todo lo que poseía a cambio de averiguar el contenido de aquel libro de piedra.
[7] Empezaste bebiendo mi sangre. Después te entregué el corazón. ¿Qué más quieres ahora?
[6] Fe de ratas.
[5] Y así sin más, después de años de estancamiento, llegó el día en que todo comenzó a fluir.
[4] Rompió con su pareja sentimental en la comida, así lo decidió para no dar explicaciones sobre el motivo de sus lágrimas. Cuando todo terminó regresó al pantano, el cocodrilo en soledad.
[3] Sucede de vez en vez. Una de ellas asoma y decide arrojarse al vacío, las otras le siguen sin cuestionar. Nosotros le llamamos lluvia.
[2] El autómata no entendía la diferencia entre un ser animado y otro de su condición. ¿Qué tanta diferencia podría hacer el alma?
[1] Empecé a desconfiar de todos y de todo cuando descubrí que nada era real.
[0] "Renovarse o morir". Fue su legado para nosotros. Nos lo dijo en su lecho de muerte. Lo perpetuaron en su epitafio.
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21 recortes
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4/17/2010 09:47:00 p. m. |
Category:
breves
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4
comentarios
Comments (4)
"A falta de pan les dieron circo. Satisfechos los ciudadanos se distraían en el coliseo mientras el Imperio se caía a pedazos" Que frase tan contemporánea! Saludos y que siga el hábito.
¡Hola blue! Buena observación, pareciera que hablamos del Imperio pero como bien dices es una frase contemporánea. Me vino a la mente el día del juego de futbol de la selección mexicana. Inició el partido cuando en Mexicali se registró un sismo de 7.2 grados. Me impresionó que los medios teniendo el mayor rating concentrado por el partido de futbol de la selección no comentaran nada sobre el sismo.
me encantan! me recuerda mucho el de 21 recortes pero este me parece que tiene ideas más maduras,
debo confesar que algunos de ellos se me antojan para comentarlos con un café, algunos me parecen ideas sueltas pero otros me hacen pensar que hay una historia atrás
por cierto, que hay con el número 21? :)
En el de 21 recortes elegí ese número por mi predilección por el 3 y el 7. Curiosamente ésta vez no fue así.
En una conversación con un buen amigo palticabamos sobre lo que se requiere para hacer de la escritura un hábito. El comentó que para crear un hábito es necesario repetir en 21 ocasiones sin fallar una sola. Fue así que me decidí a hacerlo y éstas entradas son el resultado de ese ejercicio. Algunos días fue más sencillos que otros, pero alcanzamos la meta. Si funcionó todavía está por verse.